Cuentos (2010).
Arte de tapa de la autora.
Cuentos (2010).
Arte de tapa de la autora.
Poesías de Ana María Scagnetti (2010).
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INSTANTES EN SOL MENOR, poesías de Ana María Scagnetti, por Ricardo Rubio.
Presentación: 11 de septiembre de 2009
No hace mucho tiempo, en esta misma sala de nuestro querido actor y poeta Osvaldo Milano, presentamos la novela “El collar de Domitila, de Ana María Scagnetti. En esa oportunidad, en la que tuve el honor de referirme al libro, como ahora, precisé que no daría detalles acerca de la trama de la novela ya que de ese modo quitaría el suspenso que podría crecer en quienes escuchaban el comentario.
Hoy, la situación es distinta; no se trata de una novela sino de un libro de poesías, de ningún modo podría delatar la trama que un poemario por lo general no tiene, hace más o menos cuatro mil años que el ser humano intenta explicar qué es la poesía, de modo que no estoy aquí para sumarme a la larga lista de soñadores. Me limitaré a manifestar cómo veo el universo de Ana María Scagnetti.
Cuando decimos “universo” de un autor, hablamos de ese universo que ha creado con la mirada de su poesía, el orden que le ha dado y las reglas que ha impuesto en él: hablamos de su “cosmogonía”, tal es como académicamente se designa. ¿Y cómo es la cosmogonía de la autora de “Instantes en sol menor”? Pues bien, su cosmogonía, seguramente más amplia en su primera juventud, se ha cerrado ahora a su derredor inmediato y al recuento de experiencias que han hecho de ella la mujer que es. Razón por la que dedica este libro a sus padres y a sus nietos; esposo, hermana e hijos fueron homenajeados en la novela “El collar de Domitila”.
A partir de esta dedicatoria, entramos en el mundo, en el universo, en la cosmogonía de la autora. Un mundo pleno de pasión, de reflexión y de frunces del destino, de lances de la emotividad en estado pleno; advierte lo valioso e impugna lo inútil, coloca la emoción en primer plano y objeta el desamor, rechaza la ingratitud y la indolencia, fomenta el apego y la estimación.
Con este certificado de tan buena conducta, porqué este libro se llamará “Instantes en sol menor”. Los grupos tonales básicos de la armonía musical se dividen en mayores y menores; los mayores son radiantes, eufóricos, en cambio los menores, son taciturnos y apoyan, si es necesario, lo dramático. Quiero creer en este instante en sol menor, en un instante en el que se mensura el dramatismo que encierra nuestro paso terreno, un dramatismo no derrotista sino realista, con esa energía que busca el mejor camino para nuestros pasos.
Dice la autora:
“El alma se libera,
se fuga al conjuro de los recuerdos,
viva aún, como tesoro escondido
en el fondo abismal de la memoria. “
Tiene el sol otras simbologías que no es preciso ni oportuno citar aquí, pero me pareció apropiado aclarar el término “menor” para no reducir el campo de interpretación que sugiere el título. Ana María tiene otro modo de decir “Instantes en sol menor”, y lo dice así:
Hay retazos de sol sobre mí,
tu sombra abarcándome
en un latido, y
un lirio en mi pecho.
Uno de los haiku concluye diciendo:
Entre los paraísos
palpita el sol.
Como podemos apreciar, no hay sol pleno en ninguna de estas circunstancias: solo retazos de sol y un sol que asoma entre los paraísos. Esta fragmentación esboza el drama que toda obra detenta para ser obra. Esta segmentación es la que nos provoca seguir, adelantarnos, progresar hacia ese punto invisible al que nunca llegaremos.
Se aclara esta búsqueda en dos versos que nos hablan de futuro:
“A raudales entrará el sol
dorando las paredes desteñidas.”
“Instantes en sol menor” propone una lectura variada, rica en formas, incluye poesía en verso blanco, coplas, cielitos, y las modalidades castellanas de Haiku, Tanka y Senryu, con un denominador común que es el amor, verdadero motor de la evocación, el recuerdo y la presencia de todo cuanto nuestra autora ama.
Si hemos disfrutado con su novela “El collar de Domitila”, no podemos ahora dejar de acompañarla con esta nueva obra.
Ricardo Rubio