OPUS TESTIMONII – Universal poets selection in Spanish

«OPUS TESTIMONII» will be presented in September on the third appearance of KULTRUM collection- A selection of thirty-two world poets, preceded with a preliminary essay by Oscar de Gyldenfeldt (Argentina): «Meditation on the relationship between poem and language «.

This anthology intends to give an overview of the current poetry, taken from authors who develop a vast cultural activity in different parts of the planet, sharing the poetic word.
La Luna Que, publishing house announcing a second volume for 2018.

OPUS TESTIMONII includes poetry from:

MIFRANI ABDELHAQ (Marruecos)
ISAAC ALONSO ARAQUE (España)
MUHSIN AL-RAMLI (Iraq)
ATEF ABDEL-AZIZ (Egipto)
JORGE OSCAR BACH (Argentina)
NICOLE BARRIÈRE (Francia)
JOHANNES BEILHARZ (Alemania)
BENGT O BJÖRKLUND (Suecia)
MARLENE DENIS VALLE (Cuba)
YOLANDA DUQUE VIDAL (Chile)
SHAIP EMERLLAHU (Macedonia)
GÁBOR GIUKICS (Hungría)
HASAN ERKEK (Turquía)
CESC FORTUNY I FABRÉ (España)
CHEN HSIU-CHEN (Taiwan)
HUSSEIN HABASCH (Kurdistán)
ALICIA ES MARTÍNEZ JUAN (España)
JETON KELMENDI (Kosovo)
ALICJA KUBERSKA (Polonia)
LEE KUEI-SHIEN (Taiwan)
KAMRAN MIR HAZAR (Hazaristán)
ALICIA MINJÁREZ RAMÍREZ (México)
JESÚS MORENO SANZ (España)
GIUSEPPE NAPOLITANO (Italia)
MAHMOUD SHARAF (Egipto)
MARY-JANE NEWTON (India)
VÍCTOR PAZ IRUSTA (Bolivia)
MARIAN RAMÉNTOL (España)
RICARDO RUBIO (Argentina)
SASHO SERAFIMOV (Bulgaria)
ANDRÉS UTELLO (Argentina)
CARLOS VITALE (Argentina)

2017

La Coordinación General del Salón Dorado de la Casa de  la Cultura dependiente  del  Ministerio de Cultura del G.C.B.A.,  anuncia la programación correspondiente al mes de Julio 2017 a desarrollarse en este ámbito:

Avenida de Mayo 575 piso 1º, siempre con entrada gratuita.

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 JULIO 2017

Domingo 2 – 18 hs.

Ciclo de Tango

Lucho Servidio & Octango Ensamble

Un grato momento disfrutando los éxitos de
Autores y Compositores de Tango.

VIOLINES: Bruno Franco – Victoria Mongelli – Evaristo Moyano
VIOLA: Araceli Arce
CELLO: Manuel Mercado
BANDONEON: Matías Rubino
CONTRABAJO: Daniel Cucci

con la participación de la Sra. Marilí Machado

Piano, Arreglos y Dirección: Lucho Servidio

 

Martes 4 – 18 hs.

Conferencia-Concierto “La Opera en Buenos Aires” (su historia y sus paradigmas)

Disertante: Arq. Néstor Echevarría –

Cantantes dirigidos por la Mtra. Julia Manzitti  al piano

Un homenaje a nuestra trayectoria operística, sus teatros, elencos y óperas,

con  ilustraciones musicales de grandes autores y obras.-

 

Viernes 7 – 18,30 hs.

Ciclo Coral

Coro de la Universidad de Tres de Febrero – Dirección: Gustavo Villena

Asistente de dirección y preparador vocal: Martin Principe

Coral San Jorge – Dirección: Susan Perkins

Coordinación artística: Hebe Battistoni

 

Martes 11 – 18 hs.

Ciclo de Poesía

Convocan:

Marcha Poética – Norberto Barleand / Voces Abiertas – Daniel Couto

Mesa de lectura con la participación de poetas de varias ciudades:

Rubén Balseiro – Osvaldo Rossi – Ricardo Rubio

Claudia Ainchil – Ivana Szac – Mariel Monente – María Laura Coppie

Luis Calvo – Nora Nardo – Elisabeth Luna Davila

Teresa  Palazzo Conti – Gladys Abilar – Nuri Escorza

Graciela Bucci – María Paula Mones Ruiz – David Sorbille

Piero de Vicari (San Nicolás) – Andrés Utello (San M. Sierra – Córdoba)

Alfredo Luna (Catamarca) – Silvia Montenegro (La Plata) – Rafael Vásquez

Espacio Poético Musical: Francisco Pesqueira

 

Jueves 13 – 18 hs.

“Ciclo de Conciertos de los Conservatorios de la Ciudad”

Orquesta de Tango y Folklore del Conservatorio Superior de Música Manuel de Falla

Dirección: Sr. Roberto Calvo

TODOS DE ACCESO LIBRE Y GRATUITO

Av. de Mayo 575 – Informes: 4323-9669

Email: salondorado_sc@buenosaires.gob.ar

 DESDE LA COORDINACIÓN GENERAL DEL SALÓN DORADO

SE AGRADECE SU DIFUSIÓN

 

DE PERFILES, VÉRTICES, PLANETAS, CUERPOS, ÁRBOLES Y ESCENARIOS y NUMB, LA ESPERA SOSTENIDA, primer poemario de BEATRIZ PÉREZ SÁNCHEZ

BEATRIZ LA DE JULIANA Y MARIAN (*)

¿Y tú de quien eres? preguntaban los exilados al regresar al pueblo después del genocidio que siguió a la derrota. Y tú decías los motes de padre y madre para que los exiliados orientasen sus sandalias sentimentales hacia una genealogía tan llena de nostalgia como de perplejidad. Coño, tan chico y eres hijo en vez de nieto, no preguntaban sino se decían así mismos tratando de volver a situarse en aquel intríngulis de lejana cercanía que eras tú frente a padre y madre, aunque los abuelos no dejaron de contar. Es que nací muy tarde, dicen padre y madre que me escapé, que ya se había pasado la hora de nacer.
De perfiles, vertices, planetas, cuerpos, árboles y escenarios y Numb, la espera sostenida
No pasa lo mismo con este poemario que tengo vigilado con los párpados del hambre, como sucede con la primera novia, el primer viaje a solas, el primer curso de la uni de una nieta, quizás el primer beso, la primera vez de todas las cosas. Yo sé que Beatriz Pérez Sánchez tiene buena salud literaria porque es de Juliana Mediavilla, la filóloga que destruye distancias con los misiles de la literatura, la madre de Ricardo, la que no presume que sabe sino que sabe. Y también es de Marian Raméntol, que es varias tormentas de expresiones artísticas, pero a quien la literatura le hace expandirse más allá de sí misma siempre, en un boca a boca con otras gentes y otros universos que delatan su apostolado sin segregaciones.
Lo primero que hay que agradecerle a Beatriz Pérez Sánchez a la hora de su primer poemario es que se haya salvado de la abundante tentación de escribirse en vez de escribir, y que lo que hay de ella en los poemas parece llegado de fuera, como una influencia de una dibujante, una retratista, una pedagoga que se mira, se estudia y se dice con un comunal lenguaje lejos del misticismo laico que al final siempre es una trampa que aleja más que acerca.
Por eso la natural consecuencia ante Beatriz Pérez Sánchez es que no abdica de sí misma para quedarse en un mundo de emociones, sino que se adentra más fuera y provoca reflexiones.
Yo soy polígamo, amo la poliandria, y no se me pueden pedir exclusiones porque eso es como renunciar a tantas cosas donde bebemos a diario nuestra hermandad con la esperanza. Pero si tuviera que quedarme en la monotonía de una monogamia y dejar en la cuneta todo lo demás, me quedaría con sus poemas cortos. No hay en ellos una sola coartada, como cuando los surcos de la emigración del campo a la ciudad obligaban a las familias a compartir piso con derecho a cocina, perdiendo intimidad e independencia.
En la fecunda brevedad de las entregas poéticas de Beatriz Pérez Sánchez está el aviso, el telegrama, la punta del iceberg de su independencia. De su intimidad ni hablo, porque un territorio tan sagrado siempre sobra en un poema, y sólo es un recurso llenito de pobreza.
A lo mejor desbarro si, atento lector, parece tremendismo decir que en el primer poemario de Beatriz Pérez Sánchez hay tanta filosofía como sentimiento.
Dicho así, con una rotunda elementalidad, puede parecer que jibarizo una ambición literaria, que minimizo el mundo emocional de donde nació el libro. Y sin embargo la intención es justamente la contraria: proclamar la transversalidad de un libro que sirve para todos porque todos lo escribiríamos al vernos en él.
Evidentemente hay en el libro árboles y trenes insustituibles. Y alguna tarde que se despertó áspera, pero con una seducción imposible de erradicar de la memoria. Y hay también algunos enigmas que este lector tozudo pero imberbe no acierta a descuartizar. Me refiero a la identificación del ritmo, la cadencia, el fantasma de la prosa poética cuyas lindes a veces se organizan o se desorganizan para sustraernos la serenidad de las lagunas, o la difícil identificación de las besanas.
Para un anarquista sentimental como el que firma, esto no tiene importancia. Porque lo que cuenta es andar explorando hacia adelante sin sonambulismos. Un purista, acostumbrado a hermetismos doctrinarios, haría algún reproche.Beatriz Pérez Sánchez
Está muy claro que la asonancia/rima de la página 36, por ejemplo, es una imprescindible provocación: ahí está el poema. Sin embargo algunas asonancias turcas parecen fruto de una falta de reposo. No pasa nada, una cosa son las víboras y otra muy distinta los grillos, aunque yo, que sé que nunca África tuvo la llave de la primavera, las hubiera evitado. Más que nada porque hay quien se queda solamente en los lunares.
Si auscultamos adobe a adobe el lenguaje y desembocamos en el vocabulario, veremos que este es aguerrido, vertical, crónico, múltiple, tertuliano, personal y sensible. Como si la escritora, al salir a escribir, entrase en una geografía interior donde vive varias vidas, quizás una en cada poema. O una sola vida que se va enseñando, como los cronistas oficiales de una ciudad (también vale un barrio) van construyendo parte de su historia a medida que van dejando huella de los sucesos o de las ocurrencias.Esto es imprescindible para adecentar la lectura, erradicando la monotonía no sólo temática sino formal: cada toro tiene su lidia y el torero que no entienda eso debe dedicarse a otras cosas más llevaderas, como dar clases de corte y confección por correspondencia o curar catarros. Por ejemplo.
La pasión por escribir no se inventa, y el oficio de escribir va al compás del tiempo y los acontecimientos. Escribir es hablar consigo mismo y con los demás, conjugarse en una conversación simultánea, propagar la noticia de que existes, te pasan cosas que no te sobran sino que quieres compartir como los barcos se reparten cachitos de mares, abrir las puertas del corral donde los gallos de la madrugada esperan el alba y los prados, ser más locuaz y más loco que los demás y que estos te acepten porque al leerte, crecen.
En Beatriz Pérez Sánchez se dan estas condiciones, parece que su primer libro tiene tempero para los siguientes. Porque alerta y no aburre.
En todo el libro aletea suavemente una salsa de simbolismo que en ocasiones se convierte en surrealismo. Por este camino caminaron todos los poetas importantes, alguno encontró ahí la cima, pero ninguno se quedó.
Porque el poeta que escribe el mismo poema o se viste con el mismo vestido, aunque se endomingue, tiene muy cerca el final de sí mismo. Y lo peor de todo: que la agonía no llega por decisión propia, como la de Sánchez Ferlosio, o porque el pozo se seca con un solo sorbo aunque sea de cava, como Carmen Laforet, sino por aburrimiento.
Hay poetas que empiezan y acaban en un solo poema, aunque lo escriban cientos de veces. Entonces ya no hablamos de otra cosa que de hastío o pereza de un lector al que le gustan los menús de varios platos, como en las bodas de mi pueblo.
Un poeta es un vicioso de la evolución, a veces a su pesar, pasa de la promiscuidad al sosiego a solas, y cuando acaba su vida, acaba su obra. A veces sucede un leve milagro en el que una poeta recién llegada se multiplica en un único instante, el del libro, como si fuera una antología de varias ansias, de casi todos los sueños. Y entonces un purista diría que al libro le falta una médula unigénita que le identifique, o que se ausentó algunas veces la técnica.
Esto no vale más que la certeza de que el libro es un punto de partida, cuajadito de ganas y no seco de nobles ambiciones. A partir de él,     la lengua literaria que no entiende de silencios o si no el libro no sirvió para mucho.
A mí me parece que este primer poemario de Beatriz Pérez Sánchez es una buena conexión de aguas mansas y aguas bravas, aunque estas últimas se resguarden bajo la máscara de la serenidad, como la tía Tula escondía sus pasiones.
Un libro no nace para quedarse. Un libro sale al campo para propagarse y crecer. Yo creo que Beatriz Pérez Sánchez está en ello.
                                                                                                                             Valentín Martín
(*) Marian Raméntol

Festival de Poesía en Safi, Marruecos

safi

EL REINO DE LAS PALABRAS, por Rubén Balseiro

Rubén Balseiro

Rubén Balseiro

EL REINO DE LAS PALABRAS

“El silencio de la epifanía”
Santiago Kovadloff.

 El ser, dice Sartre, “Es lo que es” es paradójico que lo que plantea el más importante representante del existencialismo ateo francés esté tan ligado al pensamiento religioso. En el antiguo testamento, Dios se presenta ante Moisés diciendo “Soy el que soy”. Dicho de otro modo, el ser sólo puede ser presentado desde su propia pronunciación.
Ahora bien, San Agustín decía refiriéndose al tiempo:

“Si no me preguntan por el tiempo, sé qué es, pero si me lo preguntan no sé como explicarlo”.

Acaso con la poesía acontezca algo similar; hay una intuición de la poesía, se vive su presencia, pero es difícil, sino imposible definirla. Igual que con el ser Sartriano, o el ser Divino, el ser de la poesía es inexplicable, “es lo que es”.

Rudolf Otto

Rudolf Otto

Rudolf Otto, en su libro “Lo santo” hace referencia a la presencia “Numínica o Numinosa” (sagrada) y escribe:         

“Lo numinoso, no se puede definir en sentido estricto, como ocurre con todo elemento simple, con todo dato primario, sólo cabe dilucidarlo”.

Quizás para “entender” la poesía será necesario remontarnos a cierta presencia que nos trasciende. Tal vez por eso desde la antigüedad la presencia poética y la artística en general, se vinculó con la “deidad”, “la inspiración”, la “Musa”. La Ilíada comienza:

“Canta o Diosa, la cólera del Pélida Aquileo…”

Como si la palabra poética proviniera de la deidad y el poeta fuese un intermediario entre ella y los hombres. Más de 2700 años después; Charles Baudelaire escribe en su poema “La Musa enferma”:

Charles Baudelaire

Charles Baudelaire

Mi pobre musa, ¡Ay! ¿Qué tienes este día?
Pueblan tus vacuos ojos las visiones nocturnas
y alternándose veo reflejarse en tu tez
la locura y el pánico, fríos y taciturnos.

Mostrándonos de algún modo la persistencia en esta idea de algo trascendente como origen de la palabra poética. Para acercarnos entonces a la relación entre poesía y comunicación habrá que remontarse un tanto en el entendimiento de la palabra poética y para ello será necesario partir de un acercamiento a algunas de las problemáticas del lenguaje en general. Michel Foucault, escribe que el lenguaje en las culturas indo-europeas ha hecho nacer dos clases de sospechas:

“Ante todo la sospecha de que el lenguaje no dice exactamente lo que dice. El sentido que se atrapa y que es inmediatamente manifiesto no es, quizás, en realidad, sino un sentido menor, que protege, encierra y, a pesar de todo, transmite otro sentido: siendo este sentido a la vez más fuerte y el sentido ‘por debajo’…”

Evidentemente no podemos quedarnos con lo que el lenguaje nos manifiesta como primera aproximación; desde hace años los filósofos ya no piensan el lenguaje como una relación entre un significado y un referente. Ya Saussure había distinguido entre un significante y un significado y sostenía que este significante no se asociaba a un referente externo, es decir la cosa en sí, sino a otro significante dado por una definición aceptada en el sistema de la lengua hablante, es decir, aceptada dentro de un marco cultural determinado. (1)

Alejandra Pizarnik

Alejandra Pizarnik

Ahora bien, si hablamos de lenguaje poético vemos que la relaciones entre significado y referente pueden estar mucho más disociadas aún, haciendo muchas veces la lectura de difícil acceso. Leemos en El infierno musical de Alejandra Pizarnik :

Golpean con soles
Nada se acopla con nada aquí
Y de tanto animal muerto en el cementerio de huesos
filosos de mi memoria
Y de tantas monjas como cuervos que se precipitan a
hurgar entre mis piernas
La cantidad de fragmentos me desgarra
Impuro diálogo
Un proyectarse desesperado de la materia verbal
Liberada a sí misma
Naufragando en sí misma

Es difícil abordar el texto si lo que buscamos es un análisis lógico del contenido de
las palabras, si lo que buscamos es “comprender” el mensaje primero que las palabras transmiten. El poema tendrá tantas lecturas posibles como lectores lo aborden.
Dicho de otro modo, el lenguaje poético encierra variados significados; cada “Yo” se completa en el “Tú” y sólo de esta conjunción, de este punto del “entre” surgirá el significado de las cosas.
Cada obra será la resultante de una persona (el poeta) y este poeta estará inmerso en su connotación histórica y social; por otra parte cada lector tendrá una recepción distinta de la obra, ya que también estará inmerso en su connotación histórica y social, multiplicando y diversificando así las significaciones y haciendo consecuentemente de una obra de arte algo infinito.
Edgar Bayley al referirse al “Invencionismo” escribe:

Edgar Bayley

Edgar Bayley

“Un poema debe constituir un hecho. Vivir el poema como un acontecimiento de nuestra vida mental y no como una representación en la que somos meros espectadores”.

Un poema del mismo Bayley ilustra sobradamente lo dicho:

Un hombre trepa las paredes y sube al cielo

Colgado de una soga
el hombre que escala las paredes
tiene fuertes zapatones con clavos
Escala las paredes
porque ha olvidado las llaves de su casa
y mientras escala las paredes
hasta llegar al piso trece
se detiene algunos momentos
en los balcones de cada piso
donde aspira el olor de los geranios
las madreselvas
las hortensias
y los malvones
Hay sol
gallardetes
vendedores ambulantes
y más allá está el río
y más allá los puentes
por donde se va a la pampa
Abajo están los niños
que salen de las escuelas
y por el cielo pasan aviones y pájaros
y sombreros de anchas alas
que el viento arrancó a los desprevenidos
La soga ha sido atada a la viga
que sobresale en la azotea
Un hombre la ciñó a su cintura
y asciende tomándose de la soga
con sus manos enguantadas
Usa un chaleco floreado y una gorra a cuadros
Debe llegar al piso trece
donde tiene que regar unos claveles
pisar maíz
escribir unas cartas
y preparar una cazuela
Sube lentamente
y en cada piso se detiene un rato para descansar
Entre el balcón de cada piso
y se sienta en un sillón
o se extiende sobre una reposera
y conversa con la vecina o los vecinos
y acepta un café o un mate
o deja caer un chorro de una bota de vino
en su garganta
o juega a las cartas
o escucha confidencias y da consejos
y cuenta algún episodio de su vida
hasta que saluda y se va
y sigue trepando por las paredes
colgado de una soga
Es el hombre tiene fuertes zapatones con clavos
el hombre que escala las paredes
y un chaleco floreado y una gorra a cuadros
que olvidó las llaves de su casa
y aspira el olor de los geranios
y debe llegar al piso trece
antes de que aparezcan los búhos
y se iluminen las ventanas
Están los pájaros y el río allá lejos
y el césped del parque
y los caballos que galopan por la llanura
y esta silla desvencijada
y la bañera
fuera de uso
llena de tierra y de flores
y el mar y el navío que se acerca
y la lagartija que se escurre entre las rocas
y el vendedor de diarios que desde abajo
le grita consejos y advertencias
mientras el hombre vuela
asciende
conquista cada piso con esfuerzo
y mira siempre hacia arriba
la tierra está lejos
el cielo está lejos
El hombre que trepa por las paredes
colgado de una soga
cuando entra en una casa por el balcón
es bien recibido por los vecinos
y él trata de ser útil
pero en uno de los pisos
una mujer inesperada
que es una sola
y al mismo tiempo
todas las mujeres de su vida
le pide que la lleve con él
Entonces ella se ata también con la soga
y sube con el hombre
más allá del piso trece
hacia las nubes
al aire libre
al cielo
al viento
entre los geranios
las sombrillas las reposeras
sobre puentes y puestos de diarios
y mástiles
y enredaderas
y algunas gotas
y semillas
y sueños
con su gorra a cuadros
con su chaleco floreado
con su enamorada de siempre

Igual que en el poema de Pizarnik, al leer el texto de Bayley no podemos pensarlo sólo desde la aplicación lógica, ni tampoco como la descripción de una realidad objetiva fuera de sí, sino, por el contrario, como una realidad en sí misma.
Sería absurdo preguntarnos ¿Cómo hizo el hombre para colgar una soga de la viga que sobresale de la terraza? ¿Por qué el hombre en lugar de trepar por las paredes no llamó al portero? o ¿Por qué no fue en busca de un cerrajero?

Michel Foucault

Michel Foucault

La segunda sospecha de Foucault se manifiesta así:

“…por otra parte el lenguaje hace nacer esa otra sospecha: que el lenguaje desborda, de alguna manera, su forma propiamente verbal, y que hay muchas otras cosas que hablan y que no son lenguaje. Ante todo podemos decir que la naturaleza, el mar, el murmullo de los árboles, los animales, los rostros, las máscaras, los cuchillos en cruz, hablan…”

El poema no está ajeno a lo expuesto; si bien siempre se expresa a través de la palabra, basta pensar en la forma del Haiku para ver como esos símbolos que el filosofo francés manifiesta aparecen casi como “gesto”, como una sensación, una imagen pero que excede la fotografía de un afuera y se fusiona con la interioridad del poeta y del lector.
Escribe Matsuo Basho:

Matsuo Basho

Matsuo Basho

El viejo estanque
se zambulle una rana
ruido de agua

O cuando Carlos Spinedi dice:

Carlos Spinedi

Carlos Spinedi

En la tetera
de porcelana azul
brulle otra vez el sol

Ahora bien, por lo expuesto hasta aquí, vemos que el eje de la problemática se centra en el lector, o mejor dicho, en la interpretación que realiza este lector, de allí que algunos pensadores hablen de la “muerte del autor” Sin embargo, la palabra interpretación también debe pensarse, ya que, como vimos, cuando interpretamos no interpretamos más que interpretaciones; esto es, toda interpretación es la interpretación de  una interpretación porque la significación  de los términos no remite a una relación a un referente sino a otros términos. Tal vez por eso Heidegger se permitió decir:

“El hombre habita el mundo a la manera de un poeta..”

Susan Sontag

Susan Sontag

Cierta vez Susan Sontag propuso:

“La liquidación de toda estrategia interpretativa en función de una descripción gozosa y amorosa de la obra”

Esto parecería contradecir el contenido de las líneas ya escritas y de las futuras que hacen a este trabajo, sin embargo no es así, ya que no pretendo una interpretación de los textos que aquí se presentan, sino un acercamiento a entender la relación entre la poesía y la sociedad en la que vivimos. Sin embargo ¿Es esto que acabo de escribir aceptable? O dicho de otro modo, aunque no pretenda interpretar, ¿no estoy interpretando? O acaso la relación entre poesía y sociedad a la que hago referencia ¿Es algo más que lo que mi visión (interpretación) me muestra? Obviamente, más allá de estar totalmente de acuerdo con Sotang en una lectura gozosa de la obra, es innegable que la carga interpretativa existe y no podemos hacer “borrón y cuenta nueva”; nuestra sociedad, en suma, es un cúmulo de interpretaciones que  de una u otra forma constituyen el piso cultural sobre el que nos paramos, es decir, nuestro mundo.
¿Cómo dejar de lado, entonces las interpretaciones? ¿Hay alguna posibilidad? La interpretación está, es la forma en que vemos las cosas, ya que el lenguaje en sí mismo, no es más que un juego de interpretaciones, aunque esto no niega que podamos detenernos en un texto poético y disfrutar del mismo. Pero, ¿a dónde nos lleva el poema? Si, como vimos, el lenguaje poético al decir de Kovadloff, es una forma de contrarrestar el “Silencio de la oclusión”, ya que hablamos de un lenguaje no alienado, completo de contenido y significación, frente a un lenguaje vacío que sólo propone la interpretación primera de las palabras y de algún modo el vacío del lenguaje; vemos, siguiendo al mismo autor, que culmina en el “Silencio de la epifanía” (2) en una instancia donde la palabra cede su espacio a un significado pleno, pero particularmente personal de cada lector y entonces la espiritualidad, la magia, la sensación estética, la poesía, se apodera de nosotros.
Ya no estamos frente a un lenguaje, estamos frente a una manifestación de orden trascendente que nos arroba, frente a una nueva forma de silencio, acaso frente a esa sensación de lo “Numínoso” a la que hacíamos referencia cuando citábamos a Rudolf Otto.
Llegado a este punto, tengo forzosamente que hacer otra pregunta; ¿Es el poema una forma de comunicación?
Podría decir que sí, en tanto se piense la comunicación en un sentido laxo. Pero si el poema es comunicación, esto implica la existencia de por lo menos dos partes, un emisor, el que habla/escribe y un receptor, el que escucha/lee y esto no alcanzará, será preciso que el que escucha/lee reelabore lo escuchado o leído y reconstruya su propio poema, sólo así el circulo completará su forma; siendo entonces un poema tantos poemas como lectores tenga. Sin embargo, a diferencia del músico, cuyas notas musicales pueden o no ser entendidas por el que escucha, y éste, sin embargo, disfrutará o no de lo escuchado; el instrumento del poeta es la palabra, cada vez que el poeta escribe o pronuncia una palabra,   esta determina un significado en el lector/oyente y cuando, más allá de lo dicho, hay un distanciamiento entre significante y significado, aparece la descolocación del lector, el no entender, el abandono del texto. ¿A qué se debe esto? Veamos; la sociedad en la que vivimos ha impuesto un lenguaje alienado y todo lo que escapa a esta alienación, (que paradójicamente es tomada como el estado “normal” del hombre) es vivido como extraño; aquello que no puedo entender a simple vista lo desestimo, aquello que no encuadra dentro de un proceso lógico no es real, aquello que me obliga a salir de mi estado de confort, simplista y vacío y requiere de cierto esfuerzo para asimilarlo lo desecho. Un poema de Horacio Castillo nos da un ejemplo preciso de lo expuesto:

Horacio Castillo

Horacio Castillo

La ciudad del sol

Expulsados de la ciudad bajo el cargo de fabuladores
vamos de un lado a otro, durmiendo ya en cuevas
ya a la intemperie y alimentándonos de hierbas y raices
o con la miel de algún panal hallado fortuitamente.
Han venido con nosotros las mujeres y los niños,
y cuando nos reunimos bajo el fuego del atardecer,
sus ojos se vuelven una y otra vez hacia las murallas;
después de todo, allí pasamos parte de nuestra vida.
Pero lo exigía la razón. ¿Cómo podían soportar
que llamáramos a la piedra río, al árbol estrella?
¿Cómo podían soportar que llamáramos al pájaro magnólia?
Lo exigía la razón. Y ahora, desde aquí,
vemos con tristeza las anchas puertas de bronce,
las altísimas torres doradas por el sol;
y cuando entran o salen las caravanas
los mercaderes describen las mesas y vasos de oro,
los magníficos altares cubiertos de ofrendas,
las armas que colman todos los recintos
y que en el próximo milenio, dicen, incendiaran el cielo.
Lo exigía la razón. Y ahora como una horda,
vamos de un lado al otro balbuceando nuestra lengua,
hablando el dialecto de una ciudad perdida
que ya nadie comprende. ¿Cómo podían soportar
que llamáramos al fuego pez, al agua paloma?
¿Cómo podrían soportar que llamáramos a la rosa destino?
ellos, los que creen que las bellotas son bellotas.

Como vemos la necesidad del ser humano de poder entender racionalmente el lenguaje lo aleja del lenguaje poético. Es preciso, para acercarnos a la poesía, aceptar que no todo tiene que ser lógico, no todo tiene que ser racional, ni entendible por las reglas que esta sociedad impone. La expresión artística quiebra el significado primero de las palabras y escapa de la simple apreciación intelectual (de ser sólo intelectual, transformaríamos al poema en un teorema) pero también escapa de la simple apreciación emocional (de ser sólo emocional, transformaríamos al poema en pura sensiblería) el arte es la expresión del ser “entero” de Buber, es el medio por el cual el ser entero se expresa. Entiéndase bien, no quiero decir con esto que la poesía debe asumir una forma llana y de simple acceso a todo el mundo. Creo que la poesía debe tener la complejidad que su autor determine, en tanto esa complejidad sea el resultado de un proceso creativo genuino y no la búsqueda de la dificultad por la dificultad misma.

Recordemos aquellas contundentes líneas de Mario Trejo:

Mario Trejo

Mario Trejo

Que el pan sea pan y el mar el mar.
Basta de conjeturas,
murciélagos lunares
o roedores de orquídeas.
Toda palabra tiene precio.

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1- El vocablo “árbol” tiene una significación en la lengua española pero su sentido cambia cuando hablamos del “árbol genealógico”. El sentido, en fin, se modifica de acuerdo con el sintagma o con la sucesión discursiva. […] Aún cuando un significante se mantenga aislado (en una página, digamos), su significación depende de la relación paradigmática que mantiene con otros significantes del sistema lingüístico (y no con la cosa a la cual se refiere)”- Dardo Scavino “La filosofía actual”.

2 – “Pero hay además, decía yo,  otro silencio. Un segundo silencio. Es aquel al que arriba el poema; el silencio donde desemboca. […] Es ahora el silencio de la significación excedida que, con su irreductible complejidad, desvela y fuerza a la vigilia sin pausa del entendimiento […] Es pues, a causa de su intensa función reveladora que propongo llamar a esta modalidad del silencio, silencio de la epifanía.” – Santiago Kovadloff. “El silencio primordial”, Emecé Editores (1996).


BASES CONCURSO GUKA 2014

BASES CONCURSO GUKA 2014

Se abre el concurso Guka 2014 de poesía y narrativa.

Se recibirán originales durante todo el mes de abril y mayo

de acuerdo a estos detalles:

 

1- Se enviarán originales SOLO POR MAIL a revistaguka@gmail.com – tema libre con datos personales, estrictamente. Se descalificarán aquellos que no se encuadren en las bases.

2- Poesía y narrativa. Sólo una hoja A 4 doble espacio letra Arial 12 tema libre a elección del autor, no se enviará más de un trabajo por autor. 
Podrán concursar aquellos que lo hicieron en 2013, y ganadores de años anteriores también.
SOLO EN ARCHIVO ADJUNTO Y NO EN EL CUERPO DEL MAIL, uno para la obra y otro para los datos. En la obra deben figurar los datos al pie. Reitera, datos personales aparte pero poniendo el nombre de la obra enviada.

3- NO USAR SEUDÓNIMO, en los datos personales debe figurar la dirección el teléfono y el país de quien concursa. La revista Guka, no enviará los diplomas en casos de ganar, sino escaneados. O bien los entregará al representante en Argentina contra entrega de fotocopia del documento del ganador con su correspondiente fotografía.

4- NO SE ACEPTAN TRABAJOS CON SEUDÓNIMO.

5- No  se responderán preguntas individuales ni por mail ni por Skype, ni por Facebook  

6- Guka se reserva el derecho de subir a Fb todo trabajo ganador con la identidad del mismo también adjuntada al trabajo.

RECEPCIÓN: meses de abril y mayo.  
RESULTADOS:  mes de septiembre. 
Entrega de premios el 9 de noviembre de 2014 en la BIBLIOTECA NACIONAL.

Este año se entregarán tres primeros premios, tres primeras menciones. Y Diez menciones especiales de estímulo consistentes en la revista y un recordatorio.

A los autores éditos, haciéndose cargo de una persona encargada del cuidado de sus libros, se les permitirá la exhibición de los mismos, no así la venta dentro de la BIBLIOTECA NACIONAL. 

 

LA PRESENCIA DE DIOS, de Victorio Veronese

11x18, 24 pag.

Cuaderno.

Relato (2011).

LOS HILOS DE ARIADNA, Utello – Kuraiem – Rubio

14x20, 68 pag.

 

Poesía de amor (2010).

Prólogo de Susana Lamaison en:

http://epanadiplosis.wordpress.com/2011/05/20/el-amor-y-los-hilos-de-ariadna-por-susana-lamaison/

Libro compartido de Andrés Utello, Carlos Kuraiem y Ricardo Rubio.

LA TIERRA DEL CONJURO, Antología poética

Bibliotecas Córdoba, 15×21, 208 pag.

Composición y armado en La Luna Que, Edición de Bibliotecas Córdoba.

Selección e introducción de Andrés Utello.

Antologados: Elvio Romero, Juan-Jacobo Bajarlía, Antonio Aliberti, Ester de Izaguirre, Alberto Luis Ponzo, Lucía Carmona, Élida Manselli, César Vargas, Ricardo Rubio, Clara Franco, Beatriz Schaefer Peña, Gianni Siccardi, Eugenia Cabral, Emilse Anzoátegui, Alba Correa Escandell, Norberto Corti, Leonor Mauvecín, Mario Sampaolesi, Norberto Barleand, José Martínez-Bargiela, Amanda Tomalino, Hugo Enrique Salerno, Francisco Squeo Acuña, Héctor David Gatica, Alfonso Nassif, Carmen Moreno, Carlos Levy, Marcos Silber, Jorge Ariel Madrazo, Hugo Francisco Rivella.

POESÍA HACIA EL NUEVO MILENIO – ANTOLOGÍA DE POETAS ARGENTINOS, TOMO IV

14x20, 108 pag.

Poesía (2000). Palabras preliminares de Ricardo Rubio.

Antologados: Norberto Alessio, Carlos Enrique Berbeglia, Luisa Berutti, Dante Bustos, Haydeé Lilí Canaletti, Ramón Canalís, Omar Cao, Carlos Norberto Carbone, Jorge Hirsch, Susana Lamaison, Myriam Leal, Osvaldo Milano Arrieta, Adalberto Polti, Graciela Susana Puente y Beatriz Taboada.


POESÍA HACIA EL NUEVO MILENIO – ANTOLOGÍA DE POETAS ARGENTINOS, TOMO III

14X20, 118 pag.

Poesía (2000). Selección y proemio de Andrés Utello. Arte de tapa: Hilda Mans.

Antologados: Amanda Tomalino, Laura Laulhe, José Luis Colombini, Gabriela Bayarri, María Isabel Mansilla, Laura López, Vichina Peveraro, Yamil Nievas del Castillo, Lía Oubiña, Delia Vega, Víctor Nocelli, Susana Miranda y María Suriani.

TESTIMONIOS DEL PRESENTE, Antología poética

 

14x20, 152 pag.

 

Octubre de 2008. Arte de tapa: Óleo de Mónica Caputo.

Poetas: Héctor Miguel Ángeli, Rubén Balseiro, Santiago Bao, Gino Bencivenga, Luis Raúl Calvo, Mónica Caputo, Carlos Norberto Carbone, Susana Cattaneo, Silvia Marina Crespo, Domingo De Cristofaro, Marta Dulce, Jorge Luis Estrella, Héctor Faga, Roberto Glorioso, Amadeo Gravino, Jorge Hirsch, Carlos Kuraiem, Alicia Grinbank, Susana Lamaison, Hilda Mans, Élida Manselli, José Martínez-Bargiela, Graciela Maturo, Raúl Pérez Arias, Alberto Luis Ponzo, Horacio Preler, Ricardo Rubio, Enrique Sandri, Gustavo Soler, José Emilio Tallarico, Gustavo Tisocco, Amanda Tomalino y Andrés Utello.

POETAS ARGENTINOS CONTEMPORÁNEOS, antología

14x20, 68 pag.

 

Antología poética 2003. Arte de tapa: Ricardo Rubio.

Leyenda editorial: LITTERAE.

Participan: Ashby, Belluscio, Caserta, Celestino, De Robertis, Escalante, Forero, Garabato, Herrera, Maire, Mariani, Micheli, Morales Lezica, Pelozo.

 

POESÍA HACIA EL NUEVO MILENIO, antología

antología

14x20, 156 pag.

Antología de poetas argentinos. Tomo I (1999).

Integrada por: Antonio Aliberti, Emilse Anzoátegui, Julio Bepré, Laura Calvo, Luis Raúl Calvo, César Cantoni, Alba Correa Escandell, Roberto Di Pasquale, Mariano García Izquierdo, Marcela Giacobbo, Roberto Glorioso, Miguel Ángel González, Amadeo Gravino, Pedro Grieco, Jorge Ariel Madrazo, Hilda Mans, Luisa Peluffo, Alberto Luis Ponzo, Ricardo Rubio, Alejandro Schmidt, Andrés Utello y Susana Valenti.

LAS VOCES QUE SOMOS, antología poética

las voces que somos, antología poética

14x20, 144 pag.

Antología poética de La Luna Que (2005). Prólogo y selección de Ricardo Rubio. Arte de tapa: Mónica Caputo.

Antologados:

Antonio Aliberti, Emilse Anzoátegui, Elvio Romero, Norberto Alessio, Gladys E. Barbosa E., Norberto Barleand, Daniel Battilana, Haydeé Lilí Canaletti, Omar Cao, Mónica Caputo, Ayelén Correa, Celestina Di Biasi, Nélida Delbonis, Robero Di Pasquale, Jorge Luis Estrella, Miguel Ángel González, Zoraida Laveglia, Sandra López Jachú, José Martínez-Bargiela, Elvira Otero, Hugo Enrique Salerno, Andrés Utello, Juan-Jacobo Bajarlía, Jacques Canut (Francia), Noreberto Corti, Jaime de la Gracia (Colombia/Alemania), Amadeo Gravino, Alba Correa Escandell, Carlos Kuraiem, Graciela Maturo, Raúl Pérez Arias, Alberto Luis Ponzo, Andrei Rodosski (Rusia), Juan Ruiz de Torres (España) y Marcos Silber.

DÁRSENA SUR, antología poética

Dársena Sur, antología de poetas argentinos

14x18, 136 pag.

Selección de poetas argentinos contemporáneos publicada en Asunción, Paraguay. Arte de tapa: Mónica Caputo.

Leyenda editorial: ServiLibro.

Poetas seleccionados:

Norberto Alessio, Norberto Barleand, Daniel Battilana, Julio Bepré, Luis Raúl Calvo, Haydeé Lilí Canaletti, Susana Cattaneo, Roberto Di Pasquale, Alba Correa Escandell, Jorge Luis Estrella, Amadeo Gravino, Zoraida Laveglia, José Martínez-Bargiela, Graciela Maturo, Elvira Otero, Alberto Luis Ponzo, Horacio Preler, Ricardo Rubio, Beatriz Taboada, Andrés Utello y Rafael Alberto Vásquez.

Presentado en la Embajada Argentina en Paraguay (Asunción) por Norberto Alessio, Emilio Pérez Chávez y Ricardo Rubio.