HERO – CARMINA, poemas al héroe de todos los días (Ventana de Jorge Maxit)


Alfredo Jorge Maxit

(Ventana de Alfredo Jorge Maxit)

POEMAS AL HÉROE DE TODOS LOS DÍAS (HERO – CARMINA),

AL HOMBRE COMÚN, es el último libro del poeta, novelista, dramaturgo, traductor, Ricardo Rubio. Su autor ha ido ensanchado su mundo poético al tomar contacto con autores y países del mundo. Les transcribo el poema introductorio de Hero – Carmina y un comentario de Amadeo Gravino sobre el mismo.

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Liminar

Hero – Carmina

El niño despierta al mundo cuando advierte la destreza.
Deshoja lanzas y arquería de fresno,
trepa al paraíso y recorta horquetas para llegar más lejos.
Poco a poco domina el arte de las piedras,
da filo a las espadas de palo y pratica la alegría.
Luego llegan las mañanas del alfabeto:
las líneas cruzan el papel y el lápiz cristaliza la memoria.
El artificio de esa magia llena el espacio,
da cuenta de realidades tan lejanas como baldías,
toma la voz de un mapa y ordena letras más allá del silencio.
A veces los dedos cierran las vocales y abren la desdicha;
otras veces, el dolor en punto de la noche siembra un velo en la razón.
Tiznado entre la inercia y los sueños
el héroe empieza a vivir jugando al desenlace.

Comentario de Amadeo Gravino.

“Hero – Carmina abre con una frase muy significativa de Thomas Carlyle: Puede ser un héroe lo mismo el que triunfa que el que sucumbe, pero jamás el que abandona el combate…
Esta cita de Carlyle, sumada a una nota liminar aclaratoria de Rubio, nos hacen notar que la intención del poeta será referirse al héroe de todos los días, a las permanentes batallas libradas en su devenir por el héroe de todos los días, es decir el hombre común.
Y lo hace apelando directamente a la poesía épica clásica, apelando a las estructuras formales de la canción de gesta tradicional, para mostrarnos en detalle las peripecias de esas batallas diarias de los seres anónimos que pueblan el mundo enloquecido que nos toca padecer.
Este es un trabajo serio que se va desarrollando sin trabas, con naturalidad desde el niño, sus primeras sensaciones, sus sueños, sus mitos iniciales, hacia el incierto futuro que lo va envolviendo (¿lo va hundiendo?) en el tiempo posterior que lo llenará de desconcierto, fracasos y frustraciones.
Quiero hacer notar que resulta muy apropiada la riqueza de lenguaje épico y también la secuencia rítmica empleadas a lo largo de los distintos pasajes de la obra, ambas también densas y contundentes hasta el punto de lograr la plena identificación emocional del lector”.

Agradecemos su comentario.